
Tamima es un tributo a mi abuelo, del que heredé lo que me toca de sangre árabe y el gusto por las joyas. Durante más de 25 años, recibí cada navidad lo que se convirtió en el regalo mas esperado del año: una joya. En muchas ocasiones especiales ya veces sin ninguna razón aparente, el siempre me regalaba una alhaja, o alguna chuchería que se encontrara por su almacén, le encantaba coleccionar tesoros.